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El síndrome de la clase turista se trata de una patología muy común que suele aparecer en trayectos de larga duración en avión. Afecta a una de cada 1.000 personas, especialmente en trayectos de más de cuatro horas y el riesgo va aumentando a medida que se incrementan las horas de viaje.
¿Quieres saber cómo se produce y su posible prevención? En Centro de Estudios Vasculares te indicamos todo lo necesario para conocer este síndrome y evitar la pesadez de piernas en viajes.
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Síndrome de la clase turista o trombosis venosa profunda
La trombosis venosa profunda (TVP) de las piernas consiste en la formación de un coágulo sanguíneo (trombo) en el interior de alguna de las venas del sistema venoso profundo.
Este trombo puede evolucionar de diferentes formas:
¿Cómo se produce el síndrome de la clase turista?
La formación del coágulo a nivel del sistema venoso se ve favorecida por factores que pueden agruparse en tres pilares principales:
- Enlentecimiento de la circulación venosa (estasis venoso). Puede favorecer la formación de un coágulo.
- Lesiones de la pared venosa.
- Estados de hipercoagulabilidad. La sangre tiende a coagularse más fácil y rápidamente de lo normal.
La existencia de uno de estos estados es suficiente por sí sola para provocar el cuadro de tromboembolismo, pero si se suman varios de ellos el riesgo se incrementa de manera exponencial. Por ello, en cuanto se detecte es necesario acudir a un especialista para tratar este problema cuanto antes.
Además, existen otros factores propios del viaje aéreo que pueden participar, tales como:
- La baja concentración de humedad en la cabina del avión favorece la deshidratación.
- La disminución de la presión atmosférica y de la concentración de oxígeno por la altura ocasiona una disminución de la capacidad fibrinolítica de la sangre (o sea la capacidad de disolver pequeños coágulos).

¿A quién puede afectar el síndrome de la clase turista?
La enfermedad tromboembólica venosa presenta una incidencia en la población general de 1 caso cada 1.000 habitantes, según estudios epidemiológicos realizados en los Estados Unidos y su frecuencia aumenta con la edad.
El nombre de este síndrome es denominado en la década de los ´80 cuando se dieron algunos casos de trombosis venosa profunda y embolia pulmonar relacionados con viajes prolongados en avión en clase turista.
Para su producción, existirían factores propios del viaje en avión capaces de favorecer la formación del trombo venoso, aunque también serían necesarios factores predisponentes del pasajero, muchos de los cuales suelen ser desconocidos o ignorados.
Viajeros con predisposición a sufrir el síndrome de la clase turista
A estos factores mencionados deben sumarse los propios del viajero, los cuales pueden ser conocidos (existencia de enfermedades predisponentes, ingesta de medicamentos, cirugías o traumatismos previos, etc.) o desconocidos tales como trastornos congénitos capaces de provocar hipercoagulabilidad de la sangre (trombofilia) o factores intrínsecos como la edad, sexo, grupo sanguíneo, etc.
Es importante destacar que cualquier viaje de más de cuatro horas en otros medios que no sean avión (tren, autobús o coche) en los cuales se permanezca inmovilizado durante períodos prolongados de tiempo también podrían favorecer la formación de trombos en las venas de las piernas, siendo siempre el riesgo mayor en aquel grupo de personas con factores predisponentes.
Cómo evitar el síndrome de la clase turista en viajeros
El conocimiento del síndrome de la clase turista ha puesto a las empresas aéreas en el compromiso de informar a los pasajeros sobre los factores ambientales en el avión capaces de producir alteraciones sobre la salud.
De esta manera, todas las líneas aéreas disponen de textos informativos en las revistas de vuelo y hasta algunas de ellas han instalado máquinas escaladoras (steppers) debajo de los asientos para estimular la realización de ejercicios de las piernas durante el vuelo.
Todas estas medidas preventivas apenas alcanzan a disminuir la incidencia de algunos factores trombogénicos, pero pueden no ser suficientes en viajeros con factores de riesgo personales elevados.
Sugerencias para prevenir el estancamiento de la circulación en las venas de los miembros inferiores al viajar:
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de la clase turista y qué hacer si aparecen?
Si a pesar de tomar precauciones aparece dolor en la pantorrilla o muslo, coloración azul, hinchazón, aumento de la temperatura de la piel o síntomas generales de fiebre, dolor de pecho, aceleración del pulso, angustia o disnea hay que acudir a un especialista. Por lo general, los síntomas aparecen durante el vuelo o inmediatamente después, aunque en algunos casos suceden pasadas unas semanas.

Pon solución al Síndrome de la Clase Turista en Centro de Estudios Vasculares
El Centro de Estudios Vasculares ha sido pionero en el desarrollo y puesta en práctica de un estudio clínico especializado capaz de valorar los factores individuales del síndrome de la clase turista así como cuantificarlos para establecer a qué grupo de riesgo pertenece (bajo, leve, moderado o alto) y establecer las medidas preventivas de acuerdo a este riesgo individual.
Además, es imprescindible acudir a nuestro centro antes de un viaje largo para disminuir los síntomas o aliviarlos y tener un viaje cómodo y libre del síntoma de la clase turista.
Contamos con especialistas con más de 20 años de experiencia en el tratamiento de problemas vasculares que te brindarán un estudio de riesgo individualizado y que te indicarán las medidas preventivas que debes tomar para reducir al mínimo el impacto de esta patología al viajar. Pide tu cita.