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Empecemos por el principio: ¿qué son las varices?
Sabemos cómo son, cómo se ven, pero muchas veces no tenemos claro qué son realmente o por qué suceden, te lo explicamos para que lo entiendas fácilmente. Las varices son una dilatación anormal y permanente de las venas, que ocurre cuando las paredes de estas se van debilitando y ya no son capaces de mantener la sangre en su flujo habitual hacia el corazón. Las venas tienen unas pequeñas válvulas internas que logran que la sangre circule sólo en una dirección. Cuando ocurre este debilitamiento en las paredes, el tránsito de la sangre se ve afectado, lo que produce que en ocasiones la sangre pueda retroceder, en vez de avanzar. Esto provoca que se acumule en ciertas áreas de las venas, aumentando la presión y causando que se dilaten.
Este problema no sólo es estéticamente visible, sino que también puede ocasionar dolor, hinchazón y una sensación de pesadez en las piernas que puede llegar a ser bastante molesto. Además, las varices son una manifestación de una afección llamada Enfermedad Venosa Crónica (EVC), que se caracteriza por una circulación venosa inadecuada y puede tener complicaciones si no se trata a tiempo, como flebitis, trombosis o úlceras varicosas. Es por ello que entender qué son las varices y cómo se pueden tratar es fundamental para mantener una buena salud vascular.
¿Pero, por qué se producen las varices? ¿Por qué me han salido? ¿Es genético?
La causa exacta de las varices todavía no se comprende completamente, pero se sabe que sí existe una predisposición genética. Es decir, las personas con antecedentes familiares de varices tienen más probabilidades de desarrollarlas, debido a una debilidad en las paredes de las venas que se puede heredar. Esta fragilidad hace que las venas pierdan su elasticidad, lo que facilita la dilatación de las mismas.
Aparte de los factores genéticos, existen otros factores de riesgo, como el embarazo, el sobrepeso, la vida sedentaria o las largas jornadas de pie, que también pueden contribuir a la aparición de varices.
Tipos de varices y clasificación. ¿Son todas las varices iguales?
Las varices pueden clasificarse según su diámetro interno y su localización. Según su tamaño, se identifican en tres tipos principales:
- Telangiectasias o arañas vasculares: Son las más pequeñas, con un diámetro de hasta 1 milímetro. A menudo tienen un aspecto rojizo o azulado y se ubican en la superficie de la piel, siendo una de las primeras señales de problemas venosos. Aunque no suelen causar dolor, pueden ser una manifestación temprana de la enfermedad venosa crónica.
- Varices reticulares: Tienen un diámetro de entre 1 y 2 milímetros y se encuentran un poco más profundas que las telangiectasias o arañas vasculares. Son visibles a simple vista, pero suelen ser menos prominentes que las varices más grandes. Aunque pueden causar dolor o incomodidad, generalmente no presentan complicaciones graves.
- Varices tronculares: Son las más grandes, con un diámetro mayor a 2 milímetros. Estas varices pueden ser muy visibles, especialmente en las piernas, y pueden causar síntomas más serios, como dolor intenso, hinchazón y sensación de pesadez. Este tipo de varices es el más relacionado con la Enfermedad Venosa Crónica (EVC).
Tratamientos del Centro de Estudios Vasculares, clínica especializada en varices.
Cuando aparecen las varices, es fundamental consultar con un médico especializado que pueda evaluar el grado de la enfermedad y recomendar el tratamiento más adecuado. En nuestra clínica especializada en varices, nuestro equipo médico podrá realizar un diagnóstico preciso y determinar el tipo de varices que presenta el paciente, basándose en su tamaño, localización y los síntomas que aparezcan.
El tratamiento para las varices depende de su tipo y su gravedad. Algunas de las técnicas más avanzadas utilizadas incluyen:
- Escleroterapia: Un procedimiento en el que se inyecta una solución en la vena afectada, causando que se cierre y se reabsorba con el tiempo. Este tratamiento es eficaz para las telangiectasias.
- Esclerosis con Espuma: En este caso se inyecta un preparado en forma de espuma en el interior de las venas afectadas. Es utilizado para varices reticulares y tronculares.
- Flebectomía: El especialista hace pequeñas incisiones en la piel y extrae las venas problemáticas, aliviando así las molestias y mejorando la apariencia de las piernas afectadas. Es utilizado cuando se requieren resultados estéticos inmediatos.
- Adhesivo Médico: En casos más graves, cuando están afectados los ejes safenos se introduce un adhesivo en el interior de las venas, provocando su cierre y reabsorción. No requiere anestesia ni incisiones. Sustituye a la cirugía tradicional y en algunos casos combinando con la inyección de espuma se pueden eliminar todas las varices en una única sesión.
Además de estos tratamientos, en nuestra clínica especializada en varices, los médicos proporcionan recomendaciones para prevenir la evolución de la enfermedad y mejorar la circulación. Esto puede incluir cambios en el estilo de vida, como ejercicios para mejorar el retorno venoso, el uso de medias de compresión y modificaciones en la dieta y los hábitos cotidianos. Cuidarse es fundamental.
Importancia del diagnóstico temprano. Es el momento, ven a vernos.
Otra de las claves para un tratamiento eficaz de las varices es el diagnóstico temprano que permite que los procedimientos sean más efectivos y se pueda evitar complicaciones más graves, como la trombosis o las úlceras varicosas.
En resumen, si tienes varices o experimentas síntomas como dolor, hinchazón o sensación de pesadez en las piernas, no dudes en consultarnos. Con un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado, es posible mejorar tu calidad de vida y prevenir complicaciones a largo plazo. ¡Te esperamos!