¿Son peligrosas las varices internas? Descubre cómo identificarlas y tratarlas a tiempo

Aunque lo más habitual es que las varices se vean a simple vista, también es posible que ocasionen molestias como pesadez, calambres, hinchazón o picor sin resultar visibles. En estos casos, reconocer los síntomas es imprescindible para acudir al especialista y adoptar medidas que permitan aliviar el dolor y prevenir posibles complicaciones.

Por eso, en esta guía te contamos qué son las varices internas y cómo puedes identificarlas por sus síntomas. Pero también hablaremos sobre si este tipo de varices son peligrosas y qué opciones de tratamiento se pueden adoptar.

¿Qué son las varices internas?

Hablamos de varices internas cuando existen dilataciones anómalas de las venas que provocan molestias, pero no son visibles a simple vista. No obstante, cabe señalar que no se trata de un término clínico que aluda a una patología concreta, sino de una forma de referirse a las varices profundas que están recubiertas por tejido adiposo y muscular y, por tanto, no se manifiestan de forma externa.

Lo más frecuente son las varices internas en las piernas, al igual que ocurre con otros tipos de venas varicosas. Aunque para un diagnóstico preciso suelen ser necesarias pruebas de imagen, es importante estar atento a los síntomas para acudir al especialista cuando sea necesario.

¿Las varices internas son peligrosas?

Aunque las varices internas no resultan más peligrosas que otros tipos de varices, el problema es que, como no son visibles, su detección suele retrasarse. Si esto ocurre, favorece la progresión de la enfermedad venosa sin que el paciente sea consciente de su gravedad.

Así, aumenta el riesgo de complicaciones como flebitis, trombosis venosa profunda o úlceras venosas, por lo que es importante estar atento a los síntomas para identificar las varices internas y poder tratarlas a tiempo.

Síntomas de las varices internas: ¿cómo detectarlas?

Para que sepas cómo detectar las varices internas aunque no sean visibles, te contamos cuáles son los principales síntomas que producen:

• Pesadez en las piernas: sensación que aumenta tras pasar largo rato de pie o sentado, dificultando la movilidad y provocando cansancio incluso tras el reposo.
• Dolor o calambres nocturnos: punzadas o contracciones involuntarias que suelen aparecer durante la noche, interrumpiendo el sueño.
• Hinchazón progresiva: aumento del volumen en tobillos y pies que se hace más evidente al final del día, acompañándose a veces de retención de líquidos.
• Sensación de ardor: calor o quemazón en la zona afectada, que puede extenderse por la pantorrilla sin que se observen signos externos evidentes.
• Picor en la zona: sensación de prurito en la parte afectada, que suele aumentar al estar mucho tiempo de pie.
• Hormigueo y entumecimiento: cosquilleo o adormecimiento en los pies o las pantorrillas, provocado por la presión sanguínea irregular y la mala circulación en las venas.

¿Cómo aliviar el dolor de las varices internas?

Para disminuir algunas de las molestias asociadas a las varices internas dolorosas, es conveniente adoptar medidas que favorezcan la circulación. En este sentido, hacer ejercicio de forma regular, con actividades como caminar o nadar, estimula el retorno venoso y previene la rigidez.

Igualmente, es recomendable evitar pasar mucho tiempo de pie o sentado para reducir la sensación de pesadez. Cuando estés sentado, elevar las piernas ayudará a disminuir la hinchazón y el cansancio.

También es posible que el especialista recomiende el uso de medias de compresión para mejorar el flujo sanguíneo y aliviar el dolor. Además, mantener hábitos saludables y controlar el sobrepeso también contribuyen a evitar que las varices se sigan desarrollando.

Tratamiento para las varices internas

Para acabar, vamos a contarte cómo eliminar las varices internas para que dejen de causarte molestias.

Los tratamientos intervencionistas tienen como objetivo mejorar la circulación, aliviar los síntomas y prevenir futuras complicaciones, y en los últimos años se han desarrollado técnicas mínimamente invasivas que permiten a los pacientes recuperar su rutina prácticamente de inmediato. Las principales son:

• Escleroterapia: se inyecta una sustancia esclerosante que produce el cierre y posterior reabsorción de la vena afectada.
• Esclerosis con microespuma: similar a la anterior, en este caso se utiliza una espuma muy fina que permite tratar venas más grandes con mayor eficacia.
• Ablación por radiofrecuencia: un procedimiento mínimamente invasivo en el que se aplica calor para sellar la vena dañada y redirigir la sangre hacia venas sanas.
• Flebectomía: se trata de la extracción quirúrgica de venas varicosas mediante pequeñas incisiones que apenas dejan cicatriz.
• Adhesivo venoso: una innovadora técnica que usa adhesivo médico para cerrar la vena afectada.

La elección del tratamiento dependerá de la profundidad, tamaño y localización de la variz, pero en el caso de las internas la ablación por radiofrecuencia y la esclerosis con microespuma suelen ser los procedimientos más eficaces. Sin embargo, será el cirujano vascular quien deberá evaluar tu caso concreto y decidir cuál es el tratamiento de varices internas más adecuado para ti.